El Amante del Chat

Posted: martes, 29 de junio de 2010 by ~ Luis Omar ~ in
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Hay penas del corazón que todos sabemos esconder, penas que nadie ve ni se imagina que uno tiene. Nos han entrenado toda la vida para hacer eso y Lily, como muchos de nosotros, aprendió bien la lección. Cualquiera que la viera de lejos podía creer que era el ser más feliz de la tierra. Sonreía con facilidad y reía chillonamente –ji, jiiii, jiiii, jiiiiii- provocando la risa contagiosa de sus compañeros de oficina. Sin embargo, por dentro estaba triste. Su enamorado la había abandonado sin abandonarla y por eso se sentía aburrida e injustamente solitaria. Nadie lo sabía, nadie se imaginaba y a nadie se lo contó jamás, hasta que un día --un chico salvadoreño, que vivía en Canadá, odiaba el inglés y hablaba el francés tan bien como el castellano-- emergió del chat.

La historia comenzó como jugando, como comienzan los affaires por Internet. Mariana y Claudia, dos amigas de Lily, le pasaron una dirección perfecta de un chat para conocer a chicos extranjeros. A Lily la idea le pareció divertida. El primer paso en esta aventura a ciegas fue ponerse un seudónimo de batalla, un apelativo que en su inocente imaginación sonaba de lo más “ruckeril”, Ronda. No se imagino que para los otros ese «nickname» no era sólo pelotudo sino infantil. Desde entonces Ronda paseo por aquellas tierras virtuales, habló con tipos raros como Depravado, Juglar y Black Jack, hasta que encontró en una esquina a un chico cuyo seudónimo atrajo sobremanera, Despistado. Media hora después de conversar con él se dijo a si misma –lo he encontrado--. Primero se hicieron amigos, luego de algunas semanas confidentes y finalmente algo poco menos que amantes. Este pequeño cambio en la vida de Lily llamó poderosamente la atención en la oficina, pues a menudo se la veía chateando con su amante virtual. Ni el hambre, ni el frío, ni la noche la detenían. Siempre Lily, febril, riendo sola frente a su monitor, –ji, jiiii, jiiii, jiiiiii-con el corazón galopando a cien kilómetros por hora, como si un amante la persiguiera en medio del campo y ella escapara feliz y excitada.
Por fin podía hablar todo lo que sentía con alguien que entendía sus palabras sin mayores explicaciones, por fin había alguien que la halagaba con los más bellos adjetivos.

La relación alcanzo su climax cuando Despistado, que en la vida real se llama Alvaro, le dijo que en dos meses viajaría al Perú. Ronda esa semana simplemente se devanó el ceso con sólo imaginar la escena en el aeropuerto. Realmente «too much», ¿Qué le diría a su olvidado enamorado? Victima potencial de unos cuernos virtuales. ¿Estaba enamorada o sólo era una ilusión? ¿Acaso el amor no es una ilusión al comienzo? ¿Con quién se quedaría al final? ¿Con el enamorado real o el virtual? La vida le estaba jugando una mala pasada, tan sólo hace unas semanas tenía que ocultar una onda pena. Ahora se veía en la necesidad de disfrazar una volcánica felicidad.
 
..Por Daniel Flores Bueno de Crónicas Marcianas...

El Senatino Ambulante

Posted: miércoles, 9 de junio de 2010 by ~ Luis Omar ~ in
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Un dia pesado, un dia aburrido... pero sobretodo cansado...
A veces uno piensa: ¿Vale la pena aguantar tanto?... eso me pasó como a muchos el día de ayer... y tan rapido como me duró ese síndrome de pesimismo, una camisa celeste me hizo pensar... a ver, voy a tratar de recordar:

La mañana empezo curiosamente bien, habia terminado de hacer las labores diaras en la Empresa de Prácticas y estaba rumbo a casa... un dia como cualquier otro (eso pensé), sin embargo, ese día tenia que solucionar un par de problemas con una vieja pasión (Las computadoras), jamás pensé que sería tan malo: una compra mal hecha, una garantía no aplicada, un dia perdido de clases, y todo lo imaginable para literalmente "Joderme el día" desde las 4:00 pm hasta casi las 10 de la noche

Curioso lo que me estaba pasando (digo curioso, por no decir algun disparate) el día estaba siendo muy muy malo... adicionando la noticia de que posiblemente mi amiga no pueda acompañarme a tomar un café éste viernes...

Después de tanta tortura emocional, decidí volver a casa, frustrado porque no pude resolver el problema que supuestamente me tocaba sanear. Y cargado de un sentimiento de ¿Por qué no se jode el mundo? abordé el bus de regreso a casa...

Aquí viene lo casi raro de mi noche, ya sentado en el bus y arrepintiendome de haber roto los audifonos de mi celu dias atras, noté que subió un muchacho, un Senatino (al igual que yo), "Un Azulito" como solemos llamar a los chicos de otras especialidades (ya que nuestro uniforme varía en el color) distintas a la nuestra (Administración Industrial)...
Y con voz entrecortada se paró en medio del bus y dijo:
 "Señores, soy un Senatino, esta noche me tocó ir a clases y en las mañanas voy a practicar, de ésta manera señores me gano la vida, con el noble fin de salir adelante, así señores logro solventar mis pasajes"
y a continuación saco de su mochila (donde noté que llevaba su manual de Senati y un cuaderno espiral A4) un paquete de "Turrones Arequipeños" y como lo hacen los vendedores ambulantes que suben a los buses se puso a vender de asiento en asiento..

Por un instante sentí una presión muy fuerte en el pecho, ¿que era?, aún no lo sé, pero dicha presión me impulsó a colaborar con el muchacho y a su vez preguntarle: "¿choche de que especialidad eres?" / "Producción" me respondio... y de inmediato me preguntó si yo era del Senati (como no fui a clases, yo no tenia uniforme puesto)... "Si broth, estudio administracion industrial" respondí.... mi sorpresa fue aún mayor cuando me dijo: "Ah ya entonces a ti te debe enseñar el Profe Guerrero, de lenguaje... le dicen 'pollito' " ..
(curioso. porque en algun momento de la carrera éste profe me enseñó)...
¡Este tipo no es un chico vestido de Senatino... Es realmente un Senatino!... fue lo que cruzó por mi mente como una bala que atravezara mi cabeza...

El chico bajó del bus, pero por alguna extraña razón, su acto me hacía pensar que él habia dejado algo ahi, tal vez no olvidado, tal vez fue un "plus" en mi compra del 'Turrón', y creo que fue esto:

"Yo volvía a casa frustrado, con la pregunta de ¿Vale la aguantar tanto? en la mente, pese a que tengo mas de una comodidad, mientras otra persona que posiblemente comparte un profe conmigo, se las juega día a día para seguir adelante, se traga el miedo al "¿qué dirán?" y ambulanteando se gana los pasajes, mientras que yo recibo un sueldo mes a mes de manera puntual...."

Comprendí que tengo mucha suerte, pero que abusaba de ella, y peor aún, no la sabía valorar... éste "azulito", me dejo más que 2 turrones a cambio de mi moneda... me dejó "un mensaje silencioso", que ahora anoto en mi cuaderno de apuntes como:


" Tienes suerte... esa es la diferencia... y nada más "

.mk4ever.

... Eco Grax por reaparecer...